jueves, 26 de noviembre de 2020

ALLÍ DONDE NO HAY TIEMPO...NI ESPACIO

 

Saludos a todos:


Este comienzo pareciere un eco sin eco, una flor sin aroma, un bosque sin sombras. Tan así lo siento que puede que no vaya dirigido nunca a nadie, puede que no alcance ojo humano que sea capaz de leer lo que aquí expongo, aunque carezca de importancia. Noble comienzo para aquel que retorna a su espacio natural tras años de ausencia. Eso dirán ustedes...

Sea como fuere, todo ha cambiado. Yo he cambiado, el mundo ha cambiado y, usted mi estimado compañero, también ha cambiado. Y no hace falta ver solamente que la entrada última de mi blog es de hace unos años, no. Lo podemos comprobar, este hecho, que ya ha salido del marco de lo que se considera como hipótesis, y, también lo podemos experimentar tras el fatídico mes de marzo que nos trajo nuestros propios "idus" y que ha desembocado en una forma sin forma, en un estar sin estar de personas y lugar, allí donde había espacio y tiempo.

Estos, el espacio, el tiempo, nos caracterizan como mortales, nos dan la referencia exacta de nuestro ser en el mundo, digo en el mundo oigan pero nos determinan para lograr comprender situaciones que distorsionan esta forma de entender, de estar en el mundo. Lo he vuelto a repetir, en el mundo.

¿Por qué razón tanto empeño en precisar "en el mundo"? Bien, porque el mundo es lugar, no Lugar (Makom, en hebreo) un Lugar más allá de la forma y la superficie, un lugar más allá del tiempo. Ese Lugar, ese Makom, es vuestro corazón. Pero, no hace falta que se señalen al pecho, no es eso...y aquí, amigos, no me propongo despejar esta cuestión porque es preciso que ustedes, sí, ustedes sean los que localicen, en suma, ese Lugar o Centro. Seguro que en más de una ocasión ya lo hicieron pero, aún siendo esto así, hoy debemos retornar a ese Lugar, aroma y sonido de lo más preciado que portamos ustedes y yo.

¡Oh mi Rosa rodeada de espinas...!
¡Oh mi Rosa rodeada de espinas...
Miren, está comprobado que el ambiente que rodea a una persona inclina (no diré determina) a ciertas actitudes o hábitos, por eso, en el momento en el que me dirijo a ustedes ¿no piensan que es necesario regresar a su Centro? vean y examinen su derredor...¿qué ven? mundo...

Me ha gustado reencontrarme con mi parte más abierta, más social mediante esta chispa de escritura que a nadie conduce y salva pero que a mí me redime, me libera. Es un lugar sin espacio, un instante sin tiempo, una especia de Pardés (Paraíso, Huerto Cerrado) donde no hay ni tiempo, ni espacio que libera mi alma del mundo para ser transportada al Lugar, al Lugar donde todo es Mundo.

No lo vean como trabalenguas o jerigonza pues mi intención no es tal. Ahora, amigos, próceres de Justicia, les dejo recogidos en su Centro, allí donde todo es, fue y será perfecto, por ello nada hubo de faltar y a nadie sobró nada.

Hasta la próxima ocasión, en la que tras reunir las fuerzas que me faltan, me presente ante ustedes con presentes y obsequios traídos de nuestro Paraíso...si me lo permiten, claro.

Que nos vaya bien a todos.





sábado, 8 de octubre de 2016

EL RETORNO: בעל תשובה



Shalom amigos:

Ha tiempo que no me acercaba por este espacio en el cual, lo más característico, tal vez su principal y única característica, es la ausencia de tiempo-espacio precisamente. Así, lejos de la dualidad que nos gobierna, manifestamos nuestra propia eternidad. Motivos derivados de la cotidianidad, de la propia dualidad a la cual me someto, ora también motivos derivados de respetar el propio silencio como herramienta de evolución personal porque bien es sabido, ese silencio es el que más alto y claro habla y su elocuencia es tan evidente que su estruendo me llegó al corazón. Estos motivos no han sido barrera suficiente para que me alejase de ustedes y de mí.

Estas palabras y las subsiguientes van dedicadas a todos lo que retornan y superan el duro proceso para ello. El autoexamen, las lágrimas tras ello, la llamada como eco del corazón, la voluntad proveniente de la conexión con la Unidad y, finalmente la acción que nos concierne y por la que somos denominados. Es a vosotros, Justos entre los Justos que os dedico el vibrar incandescente y dulce de estas palabras porque, sois vosotros los artífices de una realidad mejor, de la plenitud que hemos de alcanzar en el futuro-presente.

Pero, ahora es tiempo propicio para volver, para retornar al camino, ese camino tantas veces hollado y en el que descubrí tantas maravillas y perlas preciosas. 

Retorno al corazón, a la esencia, a lo verdadero. Bien es cierto que nunca sentí la separación porque acompañóme durante todo el camino una impronta cual huella imborrable que se aloja en mi corazón. De otra parte, sabido es que el ser humano no puede sajarse de su propia humanidad y de la conexión que existe con su esencia más elevada. Parece propicio en este instante preguntar cómo es posible tal acontecimiento. Bien, diremos, en verdad, que pese a que con nuestras palabras, con nuestras acciones nos definimos en el mundo exterior y nos reflejan (de forma limitativa) un aspecto de lo que somos, lo importante es saber que todos estamos conectados en un punto único del cual todos partimos y al que, de un modo u otro, habremos de regresar (el retorno).

Es esa información la que celosamente es guardada en nuestro corazón y pese a los esfuerzos por la individuación que se producen en buena parte de nuestra vida, huelga añadir que otro tanto se produce en sentido inverso. Deseamos ser amados, y deseamos amar. De ello, se deriva inevitablemente que en el juego de fuerzas antagónicas que en nuestro interior se forja, ha de buscarse el equilibrio de las mismas para poder, en plenitud de facultades, llegar al camino del medio, ese que une el cielo y la tierra; lo espiritual con lo más material. Lograr este objetivo es retornar a casa...

Y ese motivo, si apenas lo he logrado, es lo que me ha traído hasta este lugar. Sentir el punto en el corazón, la lágrima, el anhelo y la voluntad de volver el rostro hacia la Unicidad del Amor es, en suma, la excusa para manifestar estas palabras después de años de silencio e indagación personal. No es mi intención retener su voluntad más tiempo del debido por lo que me despido con unas palabras de gran altura y elevación (no es lo mismo) y que creo que habrán de ser el bálsamo perfecto para las almas que, como yo en este momento, han retornado a la Vida.


Por ustedes.


(...) *Tú piensas que eres,
mas no eres y jamás has existido.
Si fueras, serías el Señor,
el segundo entre dos.
Abandona tal idea,
porque en nada diferís vosotros dos
en cuanto a la existencia.
Él no difiere de ti y tú no difieres de Él;
si por ignorancia piensas que eres
distinto de Él,
quiere decir que tienes una mente
no educada.
Cuando tu ignorancia cesa alcanzas la paz,
porque tu unión es tu separación
y tu separación es tu unión;
tu alejamiento, una aproximación,
y tu aproximación una partida.
Siendo así que te vuelves mejor,
cesa de razonar y comprende
por la Luz de la intuición,
sin la cual te olvidas de Sus rayos.
Guárdate de darle un compañero,
porque en tal caso te envileces
con el oprobio de los idólatras...(...)

* Fragmento de Ibn Arabî. Tratado de la Unidad.

Gracias por estar ahí y que tengan una feliz vida.




domingo, 1 de septiembre de 2013

CARTA ABIERTA, SOLO EL AMOR...



Buenos días:

Hace poco tiempo, cuando me encontraba colmando un rato muerto de mi vida y, para ello me encontraba "navegando" por el proceloso mar de Internet, me topé accidentalmente con una carta escrita en un blog. Lo cierto es que tras una primera lectura ligera de la misma, quedé impactado sobremanera. Así pues, decidí aportarla en este espacio para que, todo aquel que lo desee pueda leerla y sentir lo que yo mismo sentí.

Por ustedes.

Querido hijo:

Tal vez cuando leas esta carta nada tenga ya sentido, tal vez sea demasiado tarde y el momento preciso haya pasado o, simplemente, ambos habremos cambiado tanto que nada de lo que aconteció y acontece ahora en nuestras vidas pueda conectarnos como hubiese sido deseable.

Yo también tuve dieciocho años y también estuve perdido en más de una ocasión y, tuve ganas de tirar la toalla porque la vida era algo que me asfixiaba y algo de lo que no podía huir. Mirase donde mirase, ella, estaba ahí presente. Sentía por aquellos días oscuros rabia y miedo. Esos sentimientos marcaron profundamente mis vivencias diarias y la relación con mis padres y hermanos, a tal punto que, en un par de veces, estuve tentado de poner fin a todo por medio del suicidio. Afortunadamente, como puedes ver, no ocurrió nada de eso.

Sé que en los últimos tiempos todo ha cambiado muy deprisa en nuestras vidas, que se han producido una serie de cambios que han llegado a desubicarnos. Uno de los más notables ha sido el cambio de domicilio a otra provincia. Ello ha conllevado un drástico corte de tu entorno para ti y soy plenamente consciente de tal circunstancia. De hecho, lo hemos notado en el rendimiento académico y, querido hijo, ese es mi mayor temor, tu futuro.

Sé que este verano lo has pasado sólo, encerrado y estudiando para sacar adelante las que te quedaron. Septiembre, en tu caso, es el momento crucial en tu vida; ahora o nunca, pero, no quiero que sientas la presión sobre tus hombros, no quiero que sientas la vida como una cárcel llena de obstáculos y dificultades. Aún eres muy joven y has de vivir y experimentar cosas grandiosas que solo están reservadas para ti, no para mí.

Este hecho, el que no te haya ido también en tus estudios, nos distanció mucho y, reconozco, que la culpa ha sido solo mía por convertirme en una especie de guardián que, con desmedido celo, desempeña su función. Olvidé que eras mi hijo, que una persona eras, que me necesitabas y me olvidé de mí. No es el momento de presentar mis excusas pues, como antes te dije, puede que sea demasiado tarde para ambos. Es el momento, estoy convencido, de enmendar, de cambiar, a ser posible se sentir el amor entre ambos como un nexo de unión y una segunda oportunidad para aprender; los dos. Porque, tú también tienes una misión para conmigo; enseñarme a ser padre.

Confío en ti, confío en que todo el amor que de niño te profesé y las muchas tardes de juegos que pasamos cuando eras un niño, sean herramientas más que suficientes para que, sin desdeñar tu camino propio (que lo tienes) te formes como persona, que es lo más importante. Sé fiel a ti mismo, sé fiel a lo que sientes pero, no pongas barreras al amor, no cierres la puerta a escuchar a tu corazón cuando sabes que te habla.

Aún veo tu sonrisa de niño cuando te miro, aún veo el brillo de tus ojos como cuando jugábamos juntos, aún veo a mi precioso niño...ese que cogía en brazos, a ese que besaba en las mejillas sonrosadas, el mismo al que le hacía rabiar cuando le raspaba con mi barba de tres días...

Querido hijo, solo puedo darte lo que tengo y, todo lo que tengo para ti es Amor...no te sientas sólo ni abatido, confío en ti.

Te quiero.




sábado, 6 de julio de 2013

DE LOS CAMBIOS Y EL TEMBLOR...

Saludos cordiales:

Sobre la base blanda y anodina de una vida cimentada entorno a hábitos que nos proporcionan la cantidad precisa de serotonina para hacernos pensar que es apacible y real. Sobre el colchón de plumas que es ese "bienestar" obsesionado con la molicie del cuerpo y del alma, con la ausencia de preguntas "incómodas", aparece con garras de acero la conciencia.

Desgarra mi triste vanidad de personaje de papel perfecto, siega de un tajazo la visión omnicomprensiva del "yo" individual y abre los ojos a un mundo nuevo, una nueva perspectiva que amplía, con mucho, el horizonte.

Pero, llegar a ese punto en la lejanía requiere un esfuerzo de la voluntad de proporciones bíblicas, requiere el despojarse de la vestimenta cotidiana y la urdimbre del traje de la mediocridad para, en suma, cambiar, renacer, morir primero...volver a vivir por medio del alivio de dejar a un lado todo lo que no importa.


Es por ello, que tememos a los cambios y nos producen ese temblor de nuestra efímera existencia que exhaustos nos deja. Pero se trata de nosotros, se trata de podernos mirar al espejo, cara a cara, sin el atisbo de la sombra del miedo en los mismos...se trata de que la luz llegue a lo más profundo.

Así pues, como lo hiciera el Universo entero durante millones de años, hoy, me apunto a la existencia dinámica pese a que con esta circunstancia, sufra en mayor o menor medida, los síntomas del miedo y los temblores de mi existencia...

Por ustedes.


viernes, 3 de diciembre de 2010

CUESTIONES SOBRE LA DECREPITUD (MI DECREPITUD)

Hoy retomo la escritura en este rincón tan olvidado. Quiero, ante todo, ponerles en guardia. Quiero que sepan que lo que aquí escribo no busca difusión ni aprobación alguna, no quiero ser famoso.
Por ese motivo me he decidido a escribir de forma breve, sobre mi decrepitud, sobre mi mediocridad. Es notorio y sabido que no escribo bien, no tengo, tampoco, estilo y ni siquiera tengo estilo propio. Sin embargo, y pese a todo ello, escribir purifica mi alma, la libera de su oscuro agujero y hace que las personas que viven conmigo sean más felices, por extensión.

Les aseguro que vivir dentro de un vórtice oscuro no es agradable, ni placentero. Se parece, más bien, a recordar una pesadilla soñada la noche anterior. Es perfectamente comprensible que refleje, en las mediocridades escritas, toda esa angustia. Porque es difícil deslindar mis sentimientos de mi razón, porque es complicado levantarte cada mañana y darte cuenta de que no has encontrado tu sitio en este mundo en el cual, todos hemos de vivir juntos. Sin duda, alguna vez se han sentido así, seguro. Pero lo verdaderamente importante es reconocer que uno es mediocre y decrépito, que lucho denodadamente por mejorar y que, al final, siempre vuelvo al punto de partida, al inicio, al vórtice oscuro.

Pese a todo ese dolor y sufrimiento, quiero seguir luchando, quiero compartir con ustedes mis momentos. Ese es el verdadero motivo por el cual continuo acudiendo a esta cita literaria; para seguir convencido de que puedo mejorar y superarme.
Duelo a mi decrepitud

Porque todos ustedes me importan...y porque tenemos cosas en común.
Mi decrepitud se hace liviana si sigo junto a todos ustedes, paseando en el camino de la vida, contemplando el bello paisaje y las estrellas cada noche, las maravillas que dignifican mi existencia menuda y triste...

Hasta siempre.



domingo, 19 de septiembre de 2010

ESCASEZ DE SENTIMIENTOS


Pasado el parón veraniego suspiro; estaba harto de sol y gente ociosa -entre ellos yo mismo-. Todos los días de acá para allá, sin rumbo, perdiendo la vida en un país que me odia por ser distinto, por no compartir su visión homogeneizada, de forma artificial, de lo que es aprovechar la vida en sí misma y las escasas oportunidades que ésta te da, de lo que es el sentido inmaculado de la misma, de lo que son los valores de permanencia en uno mismo, de inalterabilidad, de virtud. Un país frustrado que se engaña haciendo creer(se) que todo tiene una salida de emergencia...

Pero bueno, seguimos adelante, siempre adelante...en un eterno caminar entre brumas que hacen recogerte en ti mismo. En un enterno discurrir, tengo la sensación de que todo debate es esteril y reiterativo, tengo la necesidad permanente de pasar a la acción inminente e inmediata en la que desfogar toda la rabia contenida, toda desazón del alma...

Ese es mi deseo pero la sociedad que me rodea, lo que te otorga te lo quita sin más explicaciones y miramientos, me compele a hacer o realizar cosas bien distintas y distantes. Mi tesón me empuja constante hacia un camino de rectitud, mis labios no mienten, pero, las acciones destinadas a recorrer ese camino intransitado se frenan, se detienen en cuanto contactan con el sentir general y generalizado. La catalepsia está servida en platos de oro denominados ayudas y subvenciones. El resultado de tanta lucha por no hacer es visible, áspero y nos aniquila uno a uno...

Con denuedo he ido sorteando todo obstáculo que me encontraba; ahora desfallezco y no puedo más. En ese morir pienso que la perfección de la vida es irse (de inmediato) sin hacer ruido...morir. Quizá de esta forma todo lo que he pasado tenga o cobre un especial significado porque, de lo contrario, sería asomarse al abismo del nihilismo del contrasentido, de la ilusión y el ensueño. No. Mi vida es y ha sido real, con errores, pero real. De esta realidad extraigo las gotas de zumo de esta amargura que oprime mi pecho y te las entrego, volitivas inducidas al sereno colapso de quien ya no espera sino la consumación del fin.
Es tarde y nada podemos remediar...la escasez de sentimientos realmente sentidos en mi vida prodiga artificialmente mis últimas palabras donde sólo me resta decirte: "tú serás el próximo."

Joseph Sczënczë

lunes, 23 de agosto de 2010

DESPUÉS DE TI...

Saludos a todos:

Hoy la disquisición que pretendo llevar a cabo trata sobre el vacío que queda cuando pierdes a una persona querida, cuando se aleja, cuando nunca volverá a estar con nosotros.
Todos sabemos que cualquier pérdida es dolorosa; siempre. En este caso, gracias a Dios, no es una pérdida física pero sí anímica y me ha dejado igual de consternado. Habíamos pasado el verano juntos, habíamos conversado trabando buena amistad aun así, esto no impidió para que víctimas de las considerables barreras sociales que perduran, nuestra amistad fuese devorada en ese mar de llamas que es la corrección o moral.

Es curioso, en un primer momento no me daba cuenta de lo que apreciaba a esta persona, de la magnitud, de la importancia que hubo de adquirir al paso de los días y las horas juntos. En un momento posterior, he sentido un inmenso silencio, se ha adueñado de mi corazón, de mi ser y aún a día de hoy me encuentro consternado, falto de esencia.

No fue culpa nuestra, no fue culpa tuya. Toda responsabilidad recae sobre mí, sobre mi indecisión...y de ello concluyo con mi triste epitafio, con mi cipo funerario donde rece así:

"Aquí yace el necio más grande de todos los tiempos. Dejó pasar su vida sin paladear su sabor..."

Lo siento, si todavía es tiempo, puedes volver...
Joseph Sczënczë


miércoles, 11 de agosto de 2010

CONFESIONES EN EL MURO: FACEBOOK

Sé que parece invasivo, al menos yo así lo percibo. Escribir en el muro de alguien, de otro, es un acto de intromisión en la vida ajena en sus emociones y pensamientos. Ahora bien, la situación bien lo merece.
Si hago acopio de valentía para acometer tan ardua tarea no es sólo por un instinto puramente egoísta, egocéntrico o de megalomanía sino, por lo contrario, por buscar campos comunes donde poder vaciar el alma y sus pesares, donde aliviar este peso insólito que es vivir pero que, a fin de cuentas, es lo que tenemos o poseemos a tiempo completo.
No es que el mensaje sea muy alentador ni atractivo tanto como para ornamentar este muro pero creo que hay que ser crudo para poder mostrar toda la fuerza con la que se impone sobrevivir en la propia vida.
¿Quién dijo que era fácil? ¿Qué camino seguir?
Esas y otras cuestiones menores o menos acuciantes acuden a nuestras mentes de vez en cuando y, si bien es cierto que no existe una respuesta exacta para el dilema vital, lo cierto es que somos nosotros mismos los que marcamos, en buena medida, el ritmo y el camino que recorremos.
No estás solo; habrás oído muchas veces. Pero la verdad es que sí estamos solos; nacemos solos y moriremos solos. Que esto no te asuste porque constituye una buena prueba más de que tú, únicamente tú, puedes decidir...
Ha sido un gran alivio poder lanzar todo esto en tu muro, en el mío no era capaz por miedo a recordarlo de forma permanente, para siempre...

Joseph Sczënczë

sábado, 7 de agosto de 2010

REFELXIONES SOBRE LA MEDIOCRIDAD


Saludos a todos.

Emprendemos una nueva e ingrata tarea donde el papel fundamental gira entorno a la apreciación de la gravedad que demuestra el mediocre en su esfuerzo cotidiano por conseguir serlo un poco más.

Hoy, es sabido y comprobado, que nos encontramos viviendo y presenciado una época de muchos cambios, que se producen de forma vertiginosa, en estructuras vitales que nos afecta de forma directa o indirecta. Conviene aclarar que no todo cambio es negativo, solamente que no somos capaces a adaptarnos lo suficientemente rápido a los mismos.

Sin embargo, por extraño que pudiera parecer, en estas mismas épocas de avances, de mejora, el incremento de la mediocridad humana que se experimenta no tiene parangón alguno. Las pocas veces que salgo a tomar un refresco a las terrazas veraniegas observo vivos ejemplos de estupidez humana, de miseria moral, en definitiva de estulticia. Claro que no haría falta salir a ninguna terraza para sentir que lo que te rodea -no todo, afortunadamente- tiene es tizne absolutista y estúpido. Algo así como una mezcla carnavalesca de dictador admonitorio.

Con esto me refiero a la cuadrilla de gobernantes que nos desgobierna. Estamos pasando por la peor, o de las peores, rachas económica y social. Asistimos impávidos a la decadencia de una sociedad fundada sobre pies de barro y donde el mayor interés reside en ser arrastrado por una de esas dos españas en eterno enfrentamiento. No cabe duda, estamos en la tierra de Sileno, ese dios malvado y carcajeante que nos sale al paso en cada camino y en cada iniciativa que tomemos.

Muchos se instalan en una especie de perplejidad romana, estólida y de estatua. En mi caso prefiero exiliarme, ponerme en guardia ante tanta mediocridad, ante tanto fariseismo barato.

Por eso, amigos, estas breves palabras tienen un objetivo claro y conciso, certero. Tienen como propósito despertarles del dulce letargo de la vida estomacal y subvencionada. Porque, al fin y a la postre, esa cuenta la pagamos todos.


Joseph Sczënczë

martes, 6 de julio de 2010

MÁS ALLÁ DE LA ESTULTICIA Y DE LA INIQUIDAD ESTÁS TÚ...

Hace tiempo que vengo teniendo la corazonada, casi la certeza de que el bien es anónimo; no tiene rostro, no se ve y no se escucha.

A diferencia de lo que ocurre con el mal como manifestación ostentosa y que se regodea sobre su propia concepción y existencia, el bien es un hecho callado y silencioso. Es como aquellas películas en las que el protagonista anda haciendo alardes entre esos dos mundos -fruto de la voluntad de un mundo sólo- está al filo de la navaja. Sin embargo, esa situación quebradiza y autodestructiva del protagonista en cuestión, -nuestro protagonista de nuestro filme ficticio- se torna bajo el paraguas silencioso y protector (humanizante) del bien, de su contacto con ese bien que le proporciona cierta decadente seguridad. Éste lo podemos identificar en el amor a la bella joven de turno, la protagonista femenina que, con mucho trabajo y sufrimiento a modo de bella y bestia, intercambian sentimientos que confluyen en una historia común de la cual es difícil deslindar lo que constituye el bien del mal.

Como en la vida cotidiana, en el abrazo, el beso, la mirada, la caricia, la cortesía y otras manifestaciones que permiten que la cordura y el amor imperen dentro de nuestras vidas carentes de cordura, el bien se manifiesta de repente, indeciso pero con firmeza.
También como en la vida diaria, se halla jalonada de locura, odio, envidia, celos, maldad que nos hacen reflexionar sobre la necesidad del primero para controlar el segundo y dotar, casi ofrecer, una visión de la vida más habitable e iluminada. Quizá sea la búsqueda de ese quinqué que nos permita aferrarnos a una luz sobre las tinieblas y así contemplar con estupor nuestra propia imagen; la imagen de la estupidez o de la esperanza. 

De ustedes depende... 

Joseph Sczënczë