lunes, 23 de agosto de 2010

DESPUÉS DE TI...

Saludos a todos:

Hoy la disquisición que pretendo llevar a cabo trata sobre el vacío que queda cuando pierdes a una persona querida, cuando se aleja, cuando nunca volverá a estar con nosotros.
Todos sabemos que cualquier pérdida es dolorosa; siempre. En este caso, gracias a Dios, no es una pérdida física pero sí anímica y me ha dejado igual de consternado. Habíamos pasado el verano juntos, habíamos conversado trabando buena amistad aun así, esto no impidió para que víctimas de las considerables barreras sociales que perduran, nuestra amistad fuese devorada en ese mar de llamas que es la corrección o moral.

Es curioso, en un primer momento no me daba cuenta de lo que apreciaba a esta persona, de la magnitud, de la importancia que hubo de adquirir al paso de los días y las horas juntos. En un momento posterior, he sentido un inmenso silencio, se ha adueñado de mi corazón, de mi ser y aún a día de hoy me encuentro consternado, falto de esencia.

No fue culpa nuestra, no fue culpa tuya. Toda responsabilidad recae sobre mí, sobre mi indecisión...y de ello concluyo con mi triste epitafio, con mi cipo funerario donde rece así:

"Aquí yace el necio más grande de todos los tiempos. Dejó pasar su vida sin paladear su sabor..."

Lo siento, si todavía es tiempo, puedes volver...
Joseph Sczënczë


miércoles, 11 de agosto de 2010

CONFESIONES EN EL MURO: FACEBOOK

Sé que parece invasivo, al menos yo así lo percibo. Escribir en el muro de alguien, de otro, es un acto de intromisión en la vida ajena en sus emociones y pensamientos. Ahora bien, la situación bien lo merece.
Si hago acopio de valentía para acometer tan ardua tarea no es sólo por un instinto puramente egoísta, egocéntrico o de megalomanía sino, por lo contrario, por buscar campos comunes donde poder vaciar el alma y sus pesares, donde aliviar este peso insólito que es vivir pero que, a fin de cuentas, es lo que tenemos o poseemos a tiempo completo.
No es que el mensaje sea muy alentador ni atractivo tanto como para ornamentar este muro pero creo que hay que ser crudo para poder mostrar toda la fuerza con la que se impone sobrevivir en la propia vida.
¿Quién dijo que era fácil? ¿Qué camino seguir?
Esas y otras cuestiones menores o menos acuciantes acuden a nuestras mentes de vez en cuando y, si bien es cierto que no existe una respuesta exacta para el dilema vital, lo cierto es que somos nosotros mismos los que marcamos, en buena medida, el ritmo y el camino que recorremos.
No estás solo; habrás oído muchas veces. Pero la verdad es que sí estamos solos; nacemos solos y moriremos solos. Que esto no te asuste porque constituye una buena prueba más de que tú, únicamente tú, puedes decidir...
Ha sido un gran alivio poder lanzar todo esto en tu muro, en el mío no era capaz por miedo a recordarlo de forma permanente, para siempre...

Joseph Sczënczë

sábado, 7 de agosto de 2010

REFELXIONES SOBRE LA MEDIOCRIDAD


Saludos a todos.

Emprendemos una nueva e ingrata tarea donde el papel fundamental gira entorno a la apreciación de la gravedad que demuestra el mediocre en su esfuerzo cotidiano por conseguir serlo un poco más.

Hoy, es sabido y comprobado, que nos encontramos viviendo y presenciado una época de muchos cambios, que se producen de forma vertiginosa, en estructuras vitales que nos afecta de forma directa o indirecta. Conviene aclarar que no todo cambio es negativo, solamente que no somos capaces a adaptarnos lo suficientemente rápido a los mismos.

Sin embargo, por extraño que pudiera parecer, en estas mismas épocas de avances, de mejora, el incremento de la mediocridad humana que se experimenta no tiene parangón alguno. Las pocas veces que salgo a tomar un refresco a las terrazas veraniegas observo vivos ejemplos de estupidez humana, de miseria moral, en definitiva de estulticia. Claro que no haría falta salir a ninguna terraza para sentir que lo que te rodea -no todo, afortunadamente- tiene es tizne absolutista y estúpido. Algo así como una mezcla carnavalesca de dictador admonitorio.

Con esto me refiero a la cuadrilla de gobernantes que nos desgobierna. Estamos pasando por la peor, o de las peores, rachas económica y social. Asistimos impávidos a la decadencia de una sociedad fundada sobre pies de barro y donde el mayor interés reside en ser arrastrado por una de esas dos españas en eterno enfrentamiento. No cabe duda, estamos en la tierra de Sileno, ese dios malvado y carcajeante que nos sale al paso en cada camino y en cada iniciativa que tomemos.

Muchos se instalan en una especie de perplejidad romana, estólida y de estatua. En mi caso prefiero exiliarme, ponerme en guardia ante tanta mediocridad, ante tanto fariseismo barato.

Por eso, amigos, estas breves palabras tienen un objetivo claro y conciso, certero. Tienen como propósito despertarles del dulce letargo de la vida estomacal y subvencionada. Porque, al fin y a la postre, esa cuenta la pagamos todos.


Joseph Sczënczë